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Portugal, un país atractivo para las empresas españolas
En los últimos años, tanto empresas españolas como portuguesas se han establecido en el territorio de ambos países por diversos factores, entre los que destacan la obvia proximidad geográfica, la necesidad de ahorro de costes o las ventajas fiscales que, en el caso del país luso, ofrece en cuanto a contratación de trabajadores. Sea como fuere y de forma indirecta, el hecho de iniciar una aventura exportadora o importadora con el país vecino o de asentarse ahí permanentemente genera la necesidad de contar con la figura de un traductor portugués-español profesional que ayude activamente en la tarea.
¿Por qué hay empresas españolas que se establecen en Portugal y viceversa?
Para el empresario español, Portugal representa un mercado próximo con grandes oportunidades de inversión. Además, tanto España como Portugal cuentan con proyectos e intereses comunes en el ámbito europeo e internacional que los une.
Las cifras indican que, en materia de comercio exterior, Portugal representa el tercer país en términos de ventas españolas por delante de Latinoamérica. Por su parte, España es el principal socio comercial de Portugal, y el primer cliente y proveedor por delante de Alemania y Francia.
Así pues, tanto España como Portugal son la base natural para el tejido empresarial de ambos países. Y es que, hoy por hoy, más de 1.200 empresas portuguesas cuentan con capital español y 400 empresas españolas con capital portugués.
¿Los motivos? Principalmente la proximidad, las buenas infraestructuras, mano de obra cualificada a un coste competitivo, un estilo de vida similar, afinidad cultural, y unos costes empresariales atractivos.
En cuanto a sectores principales de inversión, tanto en España como en Portugal, destacan los productos químicos, los combustibles, los componentes y accesorios del sector del automóvil y los productos siderúrgicos.
¿Con qué beneficios cuentan las empresas españolas en Portugal?
El empresario español aprecia la facilidad de relación con la administración portuguesa ya que su reforma fiscal se traduce en una reducción gradual de los tipos del impuesto de sociedades, incentivos fiscales que favorecen la inversión extranjera y los nuevos contratos de trabajo para desempleados.
Con el objetivo de atraer empresas españolas hacia Portugal, la Agencia para la Inversión y el Comercio Exterior de Portugal (AICEP) realiza acciones de promoción continua en España en áreas como la aeronáutica, la moda, los bienes de equipo y maquinaria, la logística, la alimentación, o las telecomunicaciones. Y son muchas las empresas españolas que ya forman parte de la economía portuguesa, entre ellas El Corte Inglés, Repsol o el Grupo Inditex, así como entidades financieras y constructoras españolas.
La importancia de la figura del traductor portugués-español profesional en este contexto
Tanto si hablamos de una empresa portuguesa que se establece en España, como de una española que se establece en Portugal, la necesidad de contar con la figura de un traductor portugués-español es clave.
No obstante, existen pocos expertos para la realización de traducciones de portugués a español o viceversa. Algo sorprendente dadas las relaciones comerciales entre ambos países y que no se trata en absoluto de un idioma menor: sus cerca de 210 millones de hablantes lo convierten en el octavo idioma más hablado del mundo tras el inglés y el español por estar presente no solo en Portugal sino también en Brasil o África.
Puede que las similitudes semánticas entre el español y el portugués hagan pensar a muchos empresarios que no es necesaria una traducción profesional. Sin embargo, la dificultad en la traducción de muchas de sus palabras y el hecho que los documentos públicos o comerciales de una empresa (desde un folleto a una página web) deban mostrar una grafía correcta, demuestran todo lo contrario. De ahí la necesidad de contar con traductores nativos o bilingües que conozcan los giros necesarios y la gramática para traducir de un idioma a otro sin que se altere en ningún momento el contenido y el significado del mismo, y que realicen el trabajo rápidamente y, como siempre, cumpliendo con los plazos acordados con el cliente.
En cuanto a los campos más demandados en la traducción de documentos de portugués a español y viceversa encontramos la traducción jurada (especialmente para llevar a cabo todos aquellos trámites que la administración exige para establecerse tanto en un país como en el otro), la técnica (como consecuencia del tipo de industria – como hemos comentado anteriormente, la química, la siderúrgica o la relacionada con los componentes y accesorios del sector del automóvil) y aquella directamente relacionada con el marqueting y la publicidad de empresas de moda o del sector bancario, por ejemplo.
Sin embargo, lo que es claramente evidente es que, tanto España como Portugal, trabajan de forma constante para el establecimiento de empresas en su territorio y, para ello, los traductores se convierten en figuras relevantes dentro de todo el proceso para poder alcanzar los objetivos marcados de forma satisfactoria.